El faisán común (Phasianus colchicus) es una especie de ave galliforme de la familia Phasianidae originaria de Asia, pero que ha sido introducida en diversas partes del mundo por su interés cinegético.
Comportamiento
Como otras gallináceas, el faisán pasa gran parte del tiempo en el suelo a pesar de su capacidad de vuelo, la que normalmente demuestra cuando se ve amenazado por algún peligro o bien cuando desea posarse sobre algún árbol.
Con frecuencia muere en el sitio o zona donde ha nacido, de la cual puede alejarse durante el día en busca de alimento pero adonde siempre retorna al caer el sol.
El faisán es una especie que se defiende mal de sus enemigos, sean estos los cazadores o diversos tipos de alimañas.
En los meses del otoño emigra o bien realiza ciertos desplazamientos realmente breves, con el fin de encontrar un mejor abastecimiento de agua y alimentos. Se alimenta de diversos tipos de hierbas, granos, bayas, frutos, insectos, gusanos, babosas y lagartijas. Los granos, las hierbas y los animales son su alimento durante los meses de primavera y verano, en tanto las bayas y los frutos constituyen su dicta preferida en los meses de otoño e invierno.
Cuando los faisanes viven en un régimen de semicautiverio, los responsables de su cuidado le proporcionan una alimentación adecuada a sus gustos y necesidades de forma que los ejemplares se mantengan en buenas condiciones físicas y de salud, hechos importantes para garantizar excelentes trofeos de caza a quienes gustan de realizar batidas en esos terrenos. Además, estos cuidados hacen que la población de faisanes se mantenga en la zona acotada y no busque otros territorios donde satisfacer sus necesidades.
El entorno donde habitan los faisanes debe contar con bosques de árboles altos y sotobosque, con abundancia de bayas y de arbustos, encontrándose en las cercanías de campos cultivados y de estanques o cursos de agua.
El faisán, considerado normalmente un ave de cría, resulta muy apto para la reproducción en condiciones de libertad o semi-cautiverio, siendo una condición indispensable para ello que el entorno resulte adecuado para el grupo de faisanes que habitan en la zona elegida. Son polígamos. Los faisanes machos suelen tener entre 6 o 10 hembras, comenzando el periodo de celo a mediados del mes de marzo, durante el cual los machos pelean encarnizadamente por la posesión y control de las hembras de la bandada.
El periodo de máxima fecundidad de las hembras es relativamente breve, ya que, a partir del quinto año de vida, las hembras pierden progresivamente su fertilidad.
Suelen anidar en los márgenes de los bosques, prados o campos donde habitan y se produce la puesta hacia mediados o finales de abril.
La hembra pone un huevo cada dos días, terminando la puesta en el mes de mayo, teniendo lugar la primera eclosión en el mes de junio. Cuando la primera nidada es destruida por algún motivo, suele tener lugar una segunda puesta pero el número de huevos es significativamente menor que en la primera.
Una vez que los polluelos han abandonado el huevo, los pequeños faisanes son capaces de seguir a su madre y a los 20 días pueden encaramarse a los árboles. No obstante, mientras la estación lo permite pasan la noche en el suelo.
La primera muda tiene lugar después que los pequeños han cumplido los dos meses de vida, en el mes de septiembre, y, tras este cambio, los polluelos ostentan ya el plumaje de su sexo.
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